LAICI DEHONIANI

E FAMIGLIA DEHONIANA

HISTORIA DE LA ASOCIACIÓN REPARADORA

DURANTE LA VIDA DE P. DEHON

Egidio Driedonkx, scj

1. Fundación y primeros pasos

Cuando el P. Dehon en 1878 fundó su Congregación, lo hizo para conducir a los sacerdotes y a los fieles al Corazón de Jesús, ofreciéndole un tributo diario de adoración, de reparación y de amor. Por lo que, desde el comienzo qui so hacer participar también a los laicos en la espiritualidad y en los fines de su Instituto. Así se creó en 1878 una “Asociación Reparadora”. El fin que se proponía a los asociados era pedir con sus oraciones, sus obras, sacrificios y la reparación, el advenimiento del Reino del Sagrado Corazón y las bendiciones de Dios sobre los sacerdotes.

Desde el comienzo la Asociación contaba con dos grupos diferentes: el primero comprendía a los “asociados”, el otro a los “agregados”. Mientras los asociados formaban-por así decirlo-la masa, los agregados vivían más interiormente el espíritu del Instituto; eran como una especie de Tercera Orden y, especialmente al inicio de la Congregación, muchos de ellos pronunciaban el “voto de víctima”, o sea, se entregaban en completo abandono a las manos del Señor, aceptando de antemano los sacrificios que Él les quisiera enviar.

La primera persona que aparece en los documentos de nuestros archivos como “agregado” es el Sr. Lécot, que pertenecía también a la Conferencia de San Vicente. El día de viernes santo, el 11 de abril de 1880, compró para nuestro Instituto un jardín que lindaba con la Casa Madre. Como agregado había tomado el nombre de José de Arimatea.

En su “Notes sur l’histoire de ma vie”, tratando y describiendo el fin del año 1880, el P. Dehon nos da la lista de sus primeros agregados. Algunos han pensado por eso que la Asociación Reparadora fue fundada en esta época. Pero tenemos documentos en nuestros archivos que afirman claramente lo contrario.

En la lista mencionada hay 27 personas, 11 hombres y 16 mujeres.

De casi todos los laicos nombrados sabemos que eran hombres y mujeres “d’oeuvres”, o sea, “de obras” (comprometidos), lo que es muy importante. Entre estas personas figura también la misma madre del P. Dehon.

Otro documento interesante que tenemos es una lista de agregados hecha por el novicio Matías Legrand en Navidad de 1880. En esta lista hay 33 hombres y 33 mujeres. El novicio Legrand nació en Caumont, cerca de Chauny. Antes de entrar al noviciado había trabajado en Chartres en la oficina de los Impuestos Internos. Por lo que, además, de varios de sus parientes, encontramos en la lista varias personas de estas dos ciudades.

Vemos entonces que a fines de 1880 ya había un buen grupo de agregados, resumiendo las 2 listas, casi unas cien personas, mientras que el Instituto mismo contaba en este momento con 4 profesos y 7 novicios.

2. La campaña del P. Dehon con Mons. Gay por y entre los sacerdotes

El P. Dehon había fundado su Instituto para reparar al Sagrado Corazón las faltas recibidas por parte de los sacerdotes y las personas consagradas. Había fundado una Asociación Reparadora invitando a los sacerdotes y a los laicos a agregarse con este fin. Pero pensaba que hacía falta hacer algo más por y con los sacerdotes. A través de los hermanos de Pascal contactó en 1882 con Mons. Gay, Obispo auxiliar en Poitiers. El P. Dehon supo ganarlo para la causa del Sagrado Corazón y le propuso hacer una cruzada de oraciones y obras reparadoras entre el clero. Luego los dos comenzaron una gran campaña. La situación de Mons. Gay le permitía escribir a todos los obispos. El P. Dehon le dió el tema de la carta y las copias si hicieron en San Quintín. Fueron 33 los obispos que respondieron favorablemente y publicaron la carta para su clero. La circular de Mons. Gay fue después editada como folleto. Llevaba como título: “Resoluciones propuestas per un Prelado francés para crear la unión del clero en la oración reparadora del Sagrado Corazón en vista del triunfo de la Iglesia, de la salvación de Francia y del mundo”.

La cruzada fue bien acogida por el clero. El Obispo de Viviers, a raíz de esta campaña, fundó una asociación reparadora.

El P. Dehon retoma en 1910 esta inciativa de 1882 como veremos más adelante.

3. La aprobación oficial de la Asociación (8 de febrero de 1889)

Nuestra Asociación no había sido todavía oficialmente reconocida por el Obispo del lugar. Esto cambiaría luego. El 25 de febrero de 1888 la Santa Sede aprobó el fin de nuestro Instituto, dándonos el “Decretum Laudis”. Esto facilitaba una eventual aprobación de nuestra Asociación por parte del Obispo de Soissons. Mientras tanto el P. Matovelle en Ecuador había contactado con el P. Dehon, pues quería fusionar su Congregación del “Amor Divino” con la nuestra. Por eso el 10 de noviembre de 1888 habían partido nuestros primeros padres. El P. Matovelle, y con él otras personas en Francia, pensaron “formar bajo la bandera del S. Corazón una obra de acción y apostolado con una organización adecuada para contrarrestar las sectas masónicas y el mal que invadía el mundo”. El P. Dehon acogió esta idea y quiso dar a su Asociación un nuevo reglamento. En el espíritu del P. Matovelle, que acentuaba mucho el Reino social del S. Corazón, dio a nuestra Asociación el nuevo nombre de “Asociación del Reino del S. Corazón en las almas y en las sociedades”. Es bueno recordar que el P. Dehon el 25 de enero de 1889 había comenzado una revista que llevaba el mismo nombre. Vemos así claramente una unión de ideas entre la Asociación y la Revista “El Reino”, que poco a poco comienza a propagarse entre los asociados. El 8 de febrero de 1889 Mons. Thibaudier aprobó nuestra Asociación Reparadora bajo su nuevo nombre.

Según los nuevos estatutos el fin de la Asociación es el Reino del S. Corazón en las almas y en las sociedades. Tiene dos niveles o dos grados: la Asociación íntima de oraciones y sacrificio y la de acción.

Los asociados del primer grado, o sea “d’action” se comprometen:

- a reconocer franca y públicamente los derechos y la realeza de Jesucristo;

- a vigilar que se cumplan los preceptos divinos en su propia familia y por las personas que dependen de uno;

- a atacar la prensa perversa y propagar la prensa católica;

- en cuanto sea posible todos los meses habrá una Misa para los asociados y, una reunión, para planificar los medios a tomar en su proprio ambiente, para apresurar el regreso a Dios y establecer el Reino del Corazón de Jesús.

Practicarán y propagarán lo más posible la devoción al S. Corazón como el medio más eficaz de conseguir la salvación de la Patria.

Los Asociados del segundo nivel se comprometían:

- a ofrecer cada mañana sus oraciones, trabajos, sufrimiento, su vida, en unión con el Corazón de Jesús, en espíritu de amor, reparación e intercesión;

- a aceptar durante el día en el mismo espíritu las penas y pruebas que el Señor quiere mandar; en una palabra ofrecerse como víctima para consolar al Corazón de Jesús y obtener su Reino entre nosotros;

- a tener una gran devoción a la Eucaristía y a hacer una hora de adoración con la comunión reparadora cada primer viernes o primer domingo del mes;

- a practicar las virtudes de pureza de corazón y humildad y vivir en espíritu de generosidad y sacrificio;

- a considerarse todos los viernes, especialmente los viernes primeros del mes, víctimas encargadas de expiar los pecados de la Patria, haciendo penitencias positivas con esta intención.

En el mismo año 1889 el P. Dehon agregó su Asociación a la Archicofradía del S. Corazón en Roma. Esta agregación fue renovada el 23 de marzo de 1901.

4. Los años 1890-1904

Solamente algunos hechos.

- En su carta circular del 17 de octubre de 1892 el P. Dehon pide a los superiores “tomar a pecho todas las nuevas obras, favorecer las vocaciones, reclutar agregados para nuestra Asociaciones y mantener la unión de corazones entre todos y con todos”.

- En 1893 el P. Prévot publica su libro “Amor, Paz y Alegría”. Poco a poco comienza a ser uno de los libros más recomendados para los agregados. Es un retiro del S. Corazón con Santa Gertrudis.

- Durante estos años la Revista “El Reino” varias veces hizo propaganda para nuestra Asociación. Por ejemplo en la primera página del año 1897 encontramos un artículo titulado: “Los discípulos del Corazón de Jesús”. Según este artículo el fin de la Asociación es hacer sentir de nuevo al Señor las atenciones que había recibido en la casa de María, Marta y Lázaro en Betania, espiritualizando así mucho la Asociación. No se habla del apostolado.

- En las actas del Capítulo General de 1899 leemos: “Ha crecido la Asociación del S. Corazón; hay algunos miles de agregados en Alemania. Que así se desarrolle también en los otros países”.

Nuestra Asociación en Alemania se llamaba “Verein von Gebet und Büsze” (Asociación de oración y penitencia).

- El 29 de noviembre de 1901 el P. Dehon escribe al P. Kusters en Bergen op Zoom que la Asociación tiene en Alemania unso 6.000 miembros. Se comenzó también una revista que tiene 3.000 abonados y se divulga especialmente entre los asociados.

- El 21 de febrero de 1904 el P. Dehon tuvo una audiencia con el Papa. Escribe en su Diario: “Le hablé también de nuestros asociados y agregados, más o menos 10.000 personas que cada día hacen con nosotros la oración reparadora al S. Corazón”.

Vemos pues que en estos años la Asociación había crecido mucho, especialmente en Alemania. Por otro lado, comenzó a tener ciertas dificultades en Francia por la expulsión de la Congregación. Se perdió el contacto con los agregados. En estos años cambió también el fuerte acento social que se había dado a Asociación en 1889.

5. Los años 1905-1909

Una de las personas más interesadas de nuestro Instituto en la Asociación Reparadora fue el P. Prévot. El 22 de diciembre de 1905 escribe al P. Dehon una carta en la que le propone modelar nuestra Asociación según el Apostolado de la Oración. Le propone también comenzar una revista para los asociados. Le pregunta si el Manual que se va a imprimir, y que él mismo estaba escribiendo, podría llamarse “Manual de la Asociación del Apostolado y de la Reparación”. El P. Dehon estaba muy contento con estas proposiciones del P. Prévot.

En 1906 aparece el opúscolo del P. Prévot “Amour et Reparation”, “Manual pour l’Apostolat de la Réparation”. Todo el libro acentúa mucho el espíritu victima, que se ve necesario para tener un apostolado fecundo, pero no habla del apostolado mismo como una exigencia para los asociados. Hizo además en este año un folleto de propoganda.

En el mismo año, el P. Dehon, en una audiencia con Pío X, consigió un privilegio especial para los agregados que hacen al S. Corazón la ofrenda de los méritos de su vida para que Él disponga de ellos según su beneplacito.

En agosto de 1908 escribe el P. Dehon en su Diario: “Nuestra Asociación se propaga en algunas diócesis. La hemos descuidado demasiado desde hace 25 años. Encargo al P. André de propagar la Asociación íntima de reparación”.

Conforme a esto el P. Prévot editó de nuevo el folleto de propaganda de 1906 y otro para los propagandistas en el que podían poner los nombres de los nuevos agregados.

6. El Breve del 9 de abril de 1910
 
 

El P. Dehon tenía el deseo de retomar de un modo u otro la campaña que había hecho en 1881-1882 con Mons. Gay para los sacerdotes, “pues el Señor pide la unión de los sacerdotes en la vida reparadora”. Estaba pensando en crear una asociación especial para ellos. El 9 de abril de 1910 un Breve del Papa Pío X lo apoyaba y animaba en estos proyectos.

El 15 de abril de 1910 el P. Dehon escribiò al P. Kusters: “He recibido el Breve del Papa para una asociación de sacerdotes, a hacer en cada diócesis. Estos sacerdotes propagarán en torno a ellos nuestras obras entre sus fieles. Hay aquí un bonito ideal de propaganda para todas nuestras revistas. Espero que sea también una fuente de vocaciones. Hay que buscar sacerdotes propagandistas en las diócesis”.

7. En preparación al Capítulo proyectado para 1914

El 8 de junio de 1912, según las actas del Consejo General, la sección francesa de la Asociación tenía 4.000 asociados y la sección alemana 8.000. Se recomienda crear una sección holandesa y flamenca. Sin embargo en la audiencia que tuvo el P. Dehon con el Papa el 21 de febrero de 1912 habló de unos 20.000 asociados. ¿Cómo compaginar estos datos?

A causa de este crecimiento de la Asociación, se comenzó a revisar los reglamentos, que serían presentados en el Capítulo General proyectado para 1914. Conservamos en nuestros archivos el borrador, que son 14 páginas. Positivo es que otra vez se recomienda a los asociados practicar las obras de apostolado, en forma personal o en las parroquias. Sin embargo estalló la primera guerra mundial y no se pudo realizar el proyectado Capítulo General.

8. “Règlements divers” 1919

Después de la primera guerra mundial el P. Dehon quiso hacer un nuevo Capítulo General para “levantar la piedad, la vida espiritual, preparar nuevas fundaciones y mejorar la organización”. Lo quiso hacer en un lugar neutral: en Heer (Holanda). El Capítulo se realizó del 29 al 31 de julio de 1919. En las actas encontramos únicamente una exhortación para desarrollar nuestra asociaciones, pero sabimos que les reglamentos de la Asociación fueron tratados.

Después del Capítulo se editaron varias decisiones tomadas, especialmente en cuanto a la organización de la Obra y unidas bajo el título: “Règlements divers”. Bajo el número XXXIII encontramos un capítulo sobre la Asociación Reparadora. Es una ampliación del texto que se había preparado para el Capítulo proyectado para 1914.

En cuanto a la organización se dice que en cada Provincia uno o dos sacerdotes están designados para inscribir a los asociados, es decir, en Bruselas, Bergen op Zoom, Sittard, Luxemburgo y Bolonia. Las Provincias pueden agregar al reglamento general una intención y una práctica especial. Así la Provincia alemana pide a sus asociados una cuota anual para sus misiones. Vemos entonces que la Asociación se había hecho más internacional.

9. La erección del “Adveniat Regnum Tuum” (A.R.T.), 15 de marzo de 1923

El 27 de febrero de 1920 fue confiada a la Congregación la construcción de una nueva iglesia en Roma dedicada a Cristo Rey. El P. Dehon encargó al P. Gasparri la realización del proyecto. Juntos comenzaron una gran campaña de recolección de fondos.

El 21 de enero de 1921 el P. Dehon escribió al P. Gasparri: “Hay que unir a nuestra campaña una asociación para el Reino del S. Corazón, así como aquellos que quieren construir una iglesia votiva del S. Corazón en Jerusalén. Esto nos va a permitir tener en las diócesis y en las parroquias propagandistas que buscarán asociados y suscripciones. Podría ser una sección de nuestra asociación tan rica en indulgencias. Hace falta un pequeño reglamento de algunas líneas, una invocación cada día: “S. Corazón de Jesús, que venga tu Reino”. Hay que hacerlo madurar y organizarlo bien, sin andar muy rápido”.

El P. Dehon la da le idea de comenzar una asociación en beneficio de la obra en Roma, que podría ser una sección de nuestra Asociación Reparadora ya existente.

El 17 de mayo de 1922 el P. Philippe escribió al P. Gasparri: “¿Ha pensado en hacer revisar por un canonista nuestro Reglamento de la Asociación y hacer una obra completa para toda la Congregación? Sería muy importante y marcaría un paso adelante”.

Vemos entonces que ya no se trata de fundar una nueva sección de nuestra Asociación Reparadora, sino de reformarla completamente. ¿Por qué este cambio?

Por que el 15 de septiembre de 1917 había aparecido un nuovo Código de Derecho Canónico, que tenía también dos capítulos sobre las asociaciones. Nuestra Asociación existente no era nada más que una asociación diocesana y según el nuevo Derecho no podía constituirse en otras diócesis sino por un nuevo decreto de cada Ordinario del lugar. Además, los superiores mayores del Instituto no tenían ninguna autoridad sobre la misma: el Superior General recibía el nombramiento de “director” del Obispo de Soissons, quien podía también nombrar a un sacerdote que no pertenecía a la Congregación. Todo esto no respondía plenamente a las intenciones del P. Dehon que quería “una Asociación que fuese en cierto modo una especie de Tercera Orden del Instituto”. Además deseaba que se pusiera de relieve la idea de la Realeza de Cristo.

Por eso el P. Gasparri fue encargado de redactar un proyecto de nueva Asociación con ayuda de un canonista. Se recurrió al P. Gengler, experto en Derecho y miembro de la Congregación.

En uno de 1923 el P. Philippe escribió al P. Gasparri: “Le envío los proyectos de la Asociación con los cambios que el P. General y el P. Gengler aportaron. Me parece que los dos grados confunden un poco. Mejor sería tener un solo grado y hacer avanzar las personas en el camino de la generosidad. Haga todo junto con el Cardenal Vicario, pues cuando las cosas vienen de él, usted tendrá más éxito”.

El 14 de marzo de 1923 el Cardenal Basilio Pompili firmó el decreto que erigió la Asociación “Adveniat Regnum Tuum” en el Templo Votivo del S. Corazón en Roma y aprobó también los estatutos. Esto fueron modificados de modo que la Asociación pudiera establecerse en las diversas diócesis sin tener recurrir cada vez a nuevos decretos de los Ordinarios diocesanos.

Según los nuevos estatutos la Asociación “Adveniat Regnum Tuum” quiere ser una asociación de oración y de sacrificios. Sus fines son:

- reparar las ofensas hechas a Jesucristo en la Eucaristía;

-conseguir el restablecimiento de los principios cristianos en las conciencias, las familias y la sociedad;

- el aumento de las vocaciones sacerdotales y misioneras.

El segunto fin retoma un poco uno de los fines del reglamento para el primer grado de 1889. Positivo es también que pide a los asociados inscribirse en las obras de apostolado de su parroquia y diócesis. Como los tiempos habían cambiado, ya no se usa más la palabra “víctima”. Fue suprimida también la división de los afiliados en dos niveles o dos grados.

Vemos que nuestra Asociación Reparadora durante la vida del Fundador hizo su largo camino, fue marcada por las corrientes de espiritualidad de cada época y por las personas que estaban a su cargo. Dice el P. Dehon en sus “Souvenirs” de 1912 que en cuanto al apostolado, ha tenido dos grandes iniciativas en su vida: conducir a los sacerdotes y a los fieles al Corazón de Jesús y contribuir al progreso de las clases populares través de las obras de justicia y de caridad. Ambas iniciativas forman parte de un apostolado que hay que continuar, difundirlo y hacerlo fuerte. Aunque, acaso, éste último se haya olvidado un poco en el pasado en nuestra Asociación Reparadora, corresponde a los laicos dehonianos de ahora tomar esta línea.